Woo-hyeol el vampiro tiene un gran deseo: convertirse en humano y encontrar el amor que haga latir su corazón. Woo-hyeol lo intenta todo, pero no lo consigue. Una noche conoce a Ko Yang-nam, un gato milenario que le revela que puede convertirse en humano si duerme en un ataúd de espino durante cien años. Woo-hyeol se despide de sus amigos vampiros y se confina dentro del ataúd para un largo sueño.