Pica consigue con éxito engañar a Zoro y alejarle lo suficiente del coloso como para volver a meterse dentro de él y dirigirse a donde el rey Riku, Usopp y el resto se encuentran. Cunde el pánico de nuevo en Dressrosa al ver de nuevo a la enorme estatua de Pica en movimiento. Zoro baraja todas las posibilidades que tiene de detenerle a tiempo, pero no encuentra nada que pueda hacer contra Pica, que en un momento ha llegado a los terrenos reales donde se encuentran Riku y los demás y se dispone a aplastarlos.