Tsukuyo cae en manos de Jiraia, su antiguo maestro, y la mantiene en cautiverio. Mientras tanto, Gintoki se las arregla para sobrevivir al ataque gracias a Zenzo, y aprende sobre el pasado de Jiraia. Durante el ataque Amanto hace veinte años, Jiraia mató a su propia gente del Oniwabanshu, todo en aras de su devoción por el shogun anterior. Al final Jiraia fue dado por muerto, pero se las arregló para escapar. Ahora, su devoción se dirige hacia su propia creación, Tsukuyo. Jiraia decide eliminar el vínculo con las personas que ha llegado a confiar. Y él tiene la intención de lograr ese objetivo con el incendio de Yoshiwara.