Otoño de 1990. Salvo Montalbano trabaja como subcomisario de policía en un pueblo de la montaña siciliana y mantiene una relación a distancia con Mery, profesora en Catania. Cuando consigue el ascenso, Salvo se traslada a Vigata, la ciudad en la que vive su padre, con quien mantiene una difícil relación. Allí conocerá a sus nuevos compañeros y se ocupará de su primer caso: el asesinato de un delincuente de poca monta con antecedentes por robo de ganado.