La historia de la tumba de Tutankamón cautiva a los medios de comunicación de todo el mundo e impulsa a Carnarvon y Carter a convertirse en celebridades instantáneas en todo el mundo. El premio final que Howard Carter ha buscado durante toda su vida adulta produce más de lo que jamás podría imaginar: miles de artefactos de valor incalculable, finalmente coronados por el ataúd de oro macizo y la máscara mortuoria de Tutankamón. Sin embargo, Carter está incómodo con su nuevo estatus de celebridad y la ausencia de información histórica real lo frustra.