Miguel ha decidido realizar un par de atracos más hasta que consiga dinero suficiente para irse a vivir con Carol y así se lo hace saber. La respuesta de Carol es ambigua: por un lado, fantasea con una vida junto a Miguel, pero por otro no está dispuesta a dejar al Chatarrero. Sastre es animado por los viejos de las casas blancas a aprovechar la ruptura con el Chatarrero para hacerse sus propios contactos y ser el dueño del barrio. Las Navidades llegan repletas de felicidad para todos, sobre todo para Miguel, que ha conseguido, por fin, pagar al Chatarrero las deudas de la casa. Pero tanta felicidad sólo puede conducir a una tragedia. En el último golpe, la policía llega al lugar del robo y deben huir. Cuando Miguel llega a casa, Prada le espera para llevarle a comisaría. Mientras tanto, Miguel grita: ¿dónde está mi padre?