Recuperar la ilusión de la afición, conseguir nuevos patrocinadores y reflotar un equipo en horas bajas es el objetivo de Cristina Gabilondo, que bajo una falsa identidad conocerá de cerca el trabajo de algunos de sus profesionales y descubrirá que hay muchas más cosas que cambiar en el Club de las que habría imaginado. La jefa infiltrada vivirá de nuevo el baloncesto desde la cancha y compartirá experiencias inolvidables, y más de una algo amarga, con las animadoras, el delegado de equipo, la mascota del club o los voluntarios. Trabajadores y apasionados del equipo que le harán ver la verdadera situación del club, ante la cual la jefa confiesa estar dispuesta a poner su cargo sobre la mesa ¿abandonará antes de que sus empleados sepan que ella era La jefa infiltrada?