Bahar, que descubrió la nueva faceta familiar de Sarp, pasa por uno de los días más difíciles de su vida. Como ya no quiere ocultar nada a sus hijos, decide contárselo a Nisan y Doruk. Hatice piensa que Sirin está detrás de este incidente nuevamente, aunque hiciera promesas a Enver de cambiar y comportarse bien a partir de ahora. Además, Enver se sorprenderá cuando se entere de lo que hizo Sirin con el dinero de Sarp que aceptó Hatice. Piril se siente aliviada de sus planes realizados con éxito, pero, en esta etapa, solo hay una cosa que no olvida: el gran amor de Sarp por Bahar.