Tras la recaída que sufrió en Puertollano, HIT llega a isla de La Palma para tratar su alcoholismo. Su destino es el Centro Aasha: una comunidad aislada en la que impera un estricto régimen de terapia, medicación y vigilancia, donde las prohibiciones van mucho más allá de las drogas –incluyendo desde los móviles e Internet hasta el sexo y las relaciones sentimentales.