Tras ser atrapado y detenido en una rosquilla gigante —por cortesía de la agente Judy Hopps— la inteligente comadreja criminal Duke reflexiona en una canción sobre su vida y sobre dónde se equivocó. En un musical muy bien organizado en su cabeza, Duke piensa en cómo pasar de ser un ladrón de poca monta a un ladrón de éxito.