La vida de la forense Sonya corre peligro cuando se ve expuesta a un misterioso veneno mientras el equipo de CSI se apresura a encontrar el antídoto y al asesino de la tinta plateada que parece tener como objetivo el Laboratorio Criminalístico. Daniel, el ex marido de Max, regresa para asegurarse de que ella y su hijo están a salvo.