Charles recibe la buena noticia de que su tío de St. Louis, al morir sin hijos, le ha nombrado heredero de su fortuna. Cuando se corre la voz en Walnut Grove, los Ingalls se convierten en los mejores amigos de Harriet Oleson, pero son tratados con resentimiento por los otros vecinos. La perspectiva de una vida mejor hace que compren a crédito cuando todavía no ha recibido ningún dinero.