Doña lucha decide organizar una quiniela al ver la posibilidad de sacar provecho del encuentro clásico entre América, Chivas. Ya que ella es Americanista y la reunión se llevará a cabo en su casa prohíbe porras para las chivas y pone reglas absurdas que causara conflicto entre los concurrentes. María al ver que Albertano solo la ve como una amiga decide tomar la iniciativa y le prepara junto con Betzabé una cena romántica con langosta y vino. En Casa de Doña Lucha alguien derrama refresco sobre el televisor y lo descompone, por lo que Albertano decide subir a su cuarto por su pequeña tele, pero es interceptado por María quien ya tiene una lujosa mesa puesta en la azotea, la concurrencia se desespera por la demora de Albertano y suben en bola, creyendo que la cena de María era parte del festejo Americanista. A pesar de que las cosas no van bien para María, un gol inesperado del America hace que Albertano bese a María en un arrebato de entusiasmo deportivo.