Roberto no ha podido superar la trágica muerte de su esposa Sonia, en un terrible accidente automovilístico, ocurrido años atrás. Por lo mismo, inmerso en su trabajo como docente universitario, especializado en la física cuántica, se obsesiona con hallar una forma para controlar el tiempo y así poder estar junto a su amada otra vez. Dentro de su enorme y antigua casa, el profesor parece dar con la clave para impedir que las horas avancen, en una de las habitaciones del segundo piso. Roberto decide permanecer encerrado en aquella pieza, donde el tiempo está detenido, ya que asegura que solo colocar un pie fuera de ella, podría significar fatal. Las cosas se complican cuando Mariana, una de sus alumnas, visita la casa del maestro, solo para saber de su estado